Una ola de secuestros azota la ciudad de México, lo que trae consigo un creciente sentimiento de pánico entre sus ciudadanos más adinerados, especialmente entre los padres de familia. En un período de seis días se llevaron a cabo 24 raptos, provocando, con ello, que muchas familias contrataran guardaespaldas para sus hijos. A este mundo llega John Creasy, un acabado ex agente y asesino de la CIA quien ha renunciado a la vida. Rayburn, amigo de Creasy, lo lleva a la Ciudad de México para que sea el guardaespaldas de una niña de nueve años de edad, Pita Ramos, hija del hombre de negocios Samuel Ramos y de su esposa, Lisa Ramos. Creasy no está interesado en ser guardaespaldas, especialmente de una niña, pero por no tener algo mejor que hacer acepta el trabajo. Creasy apenas tolera a la chica y las irritantes preguntas que hace acerca de él y de su vida. Pero poco a poco, la niña logra vulnerar su supuestamente impenetrable exterior, con lo que Creasy baja sus defensas y se muestra más humano. La recién encontrada razón para vivir de Creasy queda devastada cuando secuestran a Pita. A pesar de haber sido herido mortalmente durante el rapto, Creasy promete matar a cualquiera que haya estado involucrado en el secuestro o que vaya a salir económicamente beneficiado de él. Y nadie parece poder detenerlo.