La nueva producción del director Stephen Frears ofrece un panorama sobre el tema de la inmigración en el Londres contemporáneo. En ese contexto transcurre la historia de dos jóvenes que descubren algo sorprendente. No pueden informárselo a su corrupto jefe, y tampoco no pueden ir a la policía. Es por eso que tendrán suerte si logran salir vivos.
La acción transcurre en su mayor parte en un hotel londinense, lugar donde trabajan los tres protagonistas de la historia. Okwe trabaja como recepcionista del hotel por las noches y de taxista de día, nunca duerme, pero para descansar por las mañanas, alquila el sofá del piso de Senay, una empleada turca de la limpieza del hotel.
Una noche, debido a una llamada de teléfono a la recepción, Owke tendrá que subir a una de las habitaciones, donde descubre un corazón humano atascado en el baño. A partir de ese momento comienza a investigar, viéndose así involuntariamente involucrado en una trama de tráfico de órganos, en la que su odioso jefe también podría estar implicado.