Jennifer López interpreta a una madre soltera que sueña con una mejor vida. Y como en un verdadero cuento de hadas, un día las cosas empiezan a cambiar gracias a una confusión que, en este caso, le juega a su favor.
Marisa Ventura ha forjado una buena vida para ella y su hijo de diez años, Ty, aunque ellos no tengan mucho dinero. Un sábado por la mañana Marisa lleva a Ty al Hotel Beresford y le pide a una compañera de trabajo que lo cuide mientras que ella y otra camarera, Stephanie, atienden sus responsabilidades.
Un huésped del hotel, la mimada dama de sociedad Caroline Lane, le pide a Marisa que regrese en su nombre algunas prendas de diseñador. Después de que Caroline se va, Stephanie convence a Marisa para que se las pruebe antes de regresarlas a la tienda. En un frívolo momento nada común para ella, Marisa se pone las carísimas y modernas prendas.
En ese momento, Ty aparece en la puerta con el atractivo Christopher Marshall, un aspirante a senador de los Estados Unidos y uno de los solteros más deseados de Manhattan. Ty va a pedirle permiso a Marisa para ir a pasear a Central Park con Christopher y su perro Rufus. Christopher se siente inmediatamente atraído por Marisa y asumiendo que ella es un huésped del hotel, la invita a que se les una.
Cuando ella está a punto de negarse, Stephanie interviene y acepta por ella. A pesar de la química obvia entre ellos, Marisa está renuente a darle una oportunidad a Christopher por temor a perder todo lo que ha construido con tanto trabajo.
Pero él insiste, incluso cuando eso pudiese comprometer su carrera política. Cuando el romance, la identidad equívoca y el chisme de primera plana colapsan, Marisa y Christopher aprenden que mientras más grandes sean los sueños, más grande es la oportunidad de que se puedan realizar.