Hace rato que no teníamos novedades del terror coreano, y esta semana llega a la cartelera una película que, aunque muy buena, pasará desapercibida para mucha gente debido a su escasa difusión.

La obra de Kim Soo Him desarrolla un relato muy atractivo donde el terror sobrenatural se fusiona con el thriller psicológico de un modo especial.

Dos hermanas cumplen el sueño de comprarse un departamento y se mudan a un complejo de edificios.
Unos días después, una de ellas desaparece misteriosamente y la protagonista, que padece un impedimento auditivo, termina perseguida en la vivienda por una entidad maléfica.

Al leer la sinopsis, queda la impresión de que Noise se trata del típico cuento de fantasmas vengativos que hemos visto centenares de veces. Si bien el factor nostálgico vinculado al terror asiático de fines de los ’90 está presente, el director evade los clichés del género para elaborar un conflicto más profundo, que incluye además un interesante comentario social.

Influencias occidentales: Del giallo italiano a Brian De Palma

Aunque la presencia de una amenaza sobrenatural está presente, la protagonista debe lidiar además con un vecino psicópata que la acosa y el misterio policial de la desaparición de su hermana.

Se puede percibir en la realización de Kim Soo Him su admiración por grandes maestros del cine de género como Mario Bava, Dario Argento y, muy especialmente, Brian De Palma, a la hora de abordar las situaciones de paranoia y suspenso.

Una de las grandes virtudes técnicas de esta producción reside en el brillante trabajo con la edición de sonido, que crea situaciones de tensión inmersivas vinculadas con la discapacidad auditiva de la protagonista.

Elementos sencillos, como los rechinidos, crujidos y goteos, juegan un rol clave en la narración y reemplazan con creatividad los típicos jumpscares con fantasmas malvados.

También sobresale la labor en el diseño de producción, que propone escenarios inquietantes donde el terror no lo genera una entidad sobrenatural, sino la propia decadencia urbana.

La otra cara de Corea del Sur en Noise

Más allá del entretenimiento que propone a través del suspenso, el director añade un comentario social trabajado con sutileza, que aborda el racismo, la división de clases en la comunidad coreana y el desquiciado problema de la acumulación de basura.

Un fenómeno creciente entre la juventud del país, vinculado con el aislamiento social y la salud mental. Toda una paradoja en un país líder mundial en materia de reciclaje.

Si les gusta el terror combinado con el thriller psicológico, Noise es una buena opción a tener en cuenta: no se excede en su duración y resuelve todo en 93 minutos.