Un proyecto pasional del actor Neal McDonough, recordado por su labor en series como Band of Brothers, Justified y Tulsa King, que se relaciona con el circuito de competencias de la monta de toros.  

Dentro del cine deportivo el mundo del rodeo contaba con cuatro antecedentes interesantes.

Junior Bonner, el clásico de Sam Peckinpah que abordaba el tema dentro del western crepuscular; 8 segundos, un drama basado en hechos reales con Luke Perry; The Rider de Chloe Zao y My Heroes Have Always Been Cowboys, con un gran Scott Glenn, que quedó en el recuerdo como la Rocky de esta temática.

La obra del director Jon Avnet (Tomates verdes fritos) se acerca más a la de Glenn y trae al recuerdo por momentos la entrega final de la saga de Sylvester Stallone. 

McDonough encarna a un célebre campeón de monta de toros de 60 años que regresa a las competencias para costear la operación de su nieto, quien padece un tumor cerebral.
 

Al enterarse de que el seguro médico de la familia no cubre la intervención, decide retomar su antigua actividad, pese al riesgo que esto implica para su propia vida.

La película no se desbanda con el melodrama y sobresale por el retrato realista que presenta del ambiente deportivo del rodeo; una actividad extremadamente peligrosa, donde los participantes rara vez salen ilesos y arrastran severas lesiones físicas de por vida

McDonough consiguió el respaldo de las ligas e instituciones que organizan en Estados Unidos estas competencias y eso le añadió al film un grado de realismo que no tuvieron otras propuestas similares del pasado.

Sobre todo a la hora de retratar el detrás de escena de las torneos y la preparación de los cobwoys.

La narración de Avnet no se desbanda con el melodrama y sorprende con secuencias de acción inmersivas que retratan con mucha efectividad la adrenalina de la monta de toros.

Dentro del reparto, McDonough ofrece una sólida interpretación que resulta muy favorecida por la dupla que conforma con Mykelti Williamson, el recordado Bubba de Forrest Gump, quien encarna al amigo y entrenador del protagonista.

El vínculo entre ellos representa el corazón de este film y brinda muy buenos momentos.

El último rodeo no tuvo mucha difusión ya que en Estados Unidos la estrategia de exhibición se concentró exclusivamente en localidades donde el rodeo cosecha seguidores, como Texas, Wyoming, Nuevo México y Arizona.

Para aquellos que se interesan por los dramas deportivos es una muy buena opción para tener en cuenta, sobre todo por el hecho que no abundan los filmes centrados en esta actividad.