Una enorme sorpresa de la República de Letonia que tiene grandes chances de obtener  un premio Oscar en el rubro de Mejor película de animación.

Todos los laureles que cosechó el año pasado en Festival de Cannes no fueron humo, Flow sobresale entre las producciones más destacadas del 2024.

La obra de Gints Zilbalodis, financiada en el circuito independiente, tiene la particularidad de ofrecer un thriller de supervivencia protagonizado por animales.

Aunque el film no incluye el contenido Hachiko, con golpes bajos destinados a deprimir al público mascotero, el relato es muy emotivo y por eso compró con facilidad a la prensa.

La trama tiene como protagonista a un gato solitario que lleva una existencia tranquila hasta que un día descubre que su hábitat fue destruido por una gran inundación.

Obligado a escapar del lugar para salvar su vida se une a un bote que transporta a otros animales de diversas especies.

Los miembros del grupo deben dejar de lados sus diferencias naturales para cooperar entre sí y sobrevivir a un viaje que tiene la finalidad de encontrar un lugar más seguro.

Un aspecto interesante de esta producción es que los animales son retratados con un perfil realista.

Es decir, la película no tiene diálogos y la cámara sigue a los protagonistas como si se tratara de un docudrama.

Zilbalodis consigue sostener la narrativa con las interacciones de los personajes y los esfuerzos que hacen para comunicarse entre sí donde el drama en ocasiones se combina con algunos momentos cómicos.

Aunque se puede distinguir cierta influencia del clásico live action de Disney, Volviendo a casa (Homeward Bound), la aventura del gato consigue establecer su propia identidad.

En lo referido a los aspectos técnicos la película presenta un atractivo híbrido entre la animación tradicional y el CGI muy similar a lo que hizo el estudio Sony en las propuestas del Spiderverse

Durante el desarrollo del conflicto la excelente banda sonora a cargo del director y el compositor Rihards Zalupe no pasa desapercibida y se convierte en un elemento clave de la narración para transmitir las emociones de los personajes.

De todas las propuestas que fueron nominadas al Oscar este año Flow es una de las pocas que se presta a más de un visionado.

Seré breve con Flow. Es tan bella y tan perfecta que no merece un sobre análisis.

Película independiente que de milagro llega a nuestros cines. En realidad no, ya que ganó todos los premios posibles y es muy probable que se alce con el Oscar Mejor Película Animada.

Es que es excelente. No solo por su innovadora animación (hecha por un software de código abierto) que hace que nuestras retinas capten otras técnicas que van por otro lado a lo impuesto por Pixar, Disney y Dreamworks, sino también porque no hay diálogos.

Escuchamos a la naturaleza en ese mundo de fantasía en donde un gato emprende una aventura de supervivencia y se hace improbables amigos en el camino.

Allí es donde encontramos toda la humanidad (o lo que la humanidad debería ser), desde lo complejo de las relaciones hasta lo simple del mismísimo amor.

Una historia de amistad (y de vida) para toda la familia.