La distribuidora pidió una restricción más alta al INCAA

El INCAA tiene un departamento de calificación de películas. Las distribuidoras antes de los estrenos tienen que entregar una copia para que un grupo de personas la vea y así le pongan la restricción con la que se estrenarán. Ellos son los que deciden si es "Apta para mayores de 13 años" o ATP.

En algunos casos la calificación es considerada alta por la distribuidora y se realiza el pedido de "recalificación". Entonces otro grupo de personas, del mismo departamento, la ve y emite su opinión. A veces le bajan la restricción y en otras queda la misma. 

Pero nunca pasó al revés, hasta La fiesta de las salchichas. El INCAA estableció que fuera Apta para mayores de 13 años con reservas y UIP, su distribuidora por ser representante de SONY en la Argentina solicitó que la eleven a Apta para mayores de 16 o 18 años. Esto es inédito.

El INCAA no dio a lugar porque no tiene contemplado una revisión para subir una restricción según informó la distribuidora. Básicamente porque nunca pasó esto. 

Es interesante porque una restricción más alta va en contra de una película comercialmente hablando, pero desde UIP fueron claros y lo que quieren es que nadie entre a ver la película pensando que es una historia para chicos. Quien haya visto el trailer o sea habitual de los cines seguro que no tendrá esta confusión, pero en los cines caen muchas personas sin conocimiento previo y se puede dar esta confusión y posterior ofensa. 

La fiesta de las salchichas no estaba programada para estrenarse en el país, sin embargo hace algunas semanas la anunciaron y ahora se da esto tan particular del pedido de revisión para subirle la restricción. 

Desde UIP confirmaron que se le pidió a los cines que tomen los recaudos necesarios para que todos los que entren a verla sepan que es "más que Apta para mayores de 13 años". De una manera u otra es una película comercialmente dificil por lo que no se esperan grandes ventas, pero será recordada por la película que quería ser "más prohibida", y está muy bien que la distribuidora se ocupe de dejar las cosas en claro, posiblemente perjudicando sus ingresos.