Directores para tener en cuenta: David Robert Mitchell
Nota de Matias Lértora
Segunda entrega de “directores para tener en cuenta”, donde repasamos la filmografía de realizadores que no son tan populares.
En 2014 se estrenó una pequeña película de terror llamada It follows. Era el segundo film de un joven director de cine que estaba dando sus primeros (grandes) pasos en el indie.
Durante ese año y el siguiente, a David Robert Mitchell no dejaron de lloverle elogios y halagos. El mismísimo Quentin Tarantino dijo en una entrevista: “Es una gema”, en referencia al estreno.
Mitchell nació en 1974 en Michigan (USA) y realizó sus estudios en la Universidad de Florida en donde obtuvo un título de Producción en Artes. Durante las décadas del ’90 y 2000 hizo todo tipo de trabajos en distintas producciones menores.
Dirigió cortos y videoclips de bandas que no se hicieron conocidas. Parecía que su carrera no iba ningún lado relevante hasta que en 2009 consigue recursos para filmar su ópera prima. Basándose en su propia adolescencia y con un presupuesto de u$s 30.000, escribió y dirigió la coming of age titulada The Myth of the American Sleepover (El mito de las pijamadas americanas). Recibió grandes críticas en varios festivales durante todo 2010, por lo que puedo ser estrenada (de forma limitada) en los cines de Estados Unidos en 2011.
La película se centra en cuatro adolescentes que deambulan por Detroit el último fin de semana de verano. Un plot ya muy explotado en este subgénero, pero que Mitchell supo no caer en los clichés aprovechando personajes auténticos y una perfecta radiografía de ese momento de la vida. “Quiero crear películas interesantes y empujarme a mí mismo para trabajar en diferentes géneros”, dijo.
Pasarían cuatro años para que su nuevo proyecto, uno más ambicioso (y más caro), pudiera rodarse. It Follows se estrenó en el Festival de Cannes en 2014 y desde el minuto uno obtuvo geniales críticas, y se lanzó un año más tarde con gran recepción del público.
Con un look and feel del terror de los ’80, sobre todo Halloween (1978) de John Carpenter, el film se centra en una maldición/fantasma que se trasmite vía sexual. Gran analogía a las ETS que puede resultar obvia pero que fue muy innovadora. La persona que contrajo esto tiene que trasmitírselo (mantener relaciones sexuales) a otra persona porque sino termina muerta. Amén de la premisa, la puesta es increíble.
Todos los encuadres son magníficos y la tensión que trasmite es abrumadora. El score ayuda muchísimo para que esto ocurra. Metáforas, metalenguaje y un sentido de familiaridad, pero a la vez novedad, le dieron al film y su director toda la atención.
Su nombre comenzó a resonar bastante, sobre todo en el plano más duro de la cinefilia. Se leían cosas tales como “diferente” o “prodigio”.
Esto se acrecentó más cuando se supo que rechazó ofertas de grandes Estudios en pos de hacer su nueva película. Tardó otros cuatro años, pero en 2018 llegó su película más ambiciosa y que más requiere del espectador.
Con un guión que venía escribiendo desde hacía casi una década, Under the Silver Lake se estrenó en el Festival de Cannes y compitió por la Palma de Oro. Aún así dividió a la crítica. Si bien todos elogiaron la dirección, el score y la actuación de Andrew Garfield, la historia es demasiado críptica. En lo particular a mi me gusta eso.
Es lo que más disfruté del film: su gran conspiración, que te desafié a cada rato y que te haga pensar en un mundo que tal vez existe, que nos pasa por al lado y no lo vemos. Más allá de meterse en las entrañas mismas de Hollywood y sus supuestos secretos.
El film es maravilloso y gran expresión de lo que Mitchell puede llegar a lograr. “Quiero hacer películas que no creo que existan sin que yo haga el esfuerzo por hacerlas”, dijo una vez en una entrevista. Es una afirmación real y que viene cumpliendo.
En este momento está escribiendo el guión de They hear it (Ellos lo escuchan), una película de terror sobre un sonido que puede matar. Por lo que se sabe va a tener toda la vibra de It Follows con referencias a las obras de Alfred Hitchcock y Stephen King.
Sin embargo, aún no se sabe qué es lo próximo que dirigirá, pero se rumorea que saldría en 2022, cumpliendo así su fórmula de un film cada cuatro años.
Matías Lértora