Bastante buena, pero si un poco decepcionante. Impecable a nivel tecnico y actoral, de eso no me cabe duda. Las partes satiricas son hilarantes, si bien desbalanceadas (al menos lo flojo invita a lo reflexivo). Ahora, lo que si termina restandole a la cinta es el hecho de que el protagonista funciona más como un catalizador para las acciones a desarrollarse que como personaje y si bien la estructura del guión es peculiar, al no tener un protagonista muy interesante le termina jugando bastante en contra (mas teniendo en cuenta la duracion) pese al actor que lo da todo. Buena para un visionado, pero esperaba más del director de Force Majeure.

Es una película que puede parecer pretenciosa y esnob, cuando en realidad lo que hace es describir un mundo pretencioso y esnob, como lo es el de la producción artística moderna. La cinta parece bizarra y delirante, porque refleja con mucha precisión las distintas personalidades e intereses que se mueven por los circuitos artísticos. En algo conozco ese mundo y a mí me encantó. Se atreve a plantear, con mucho humor y patetismo, la falta de empatía con la humanidad de gente que hace de la sensibilidad su forma de vida. La secuencia del performance sobre el comportamiento animal no sólo está muy bien hecha, sino que prácticamente resume la película.

The Square, como la mayoría de las piezas ganadoras de la palma de oro, probablemente no merecía el premio mayor del Festival de Cannes. Es una película complicada, sobrecargada y demasiada ambiciosa para su propio bien. No obstante, la quinta película de Robert Ostlund no deja de ser admirable. Está perfectamente dirigida, con una gran variedad de secuencias difícil de olvidar. Está bien actuada, y repleta de ideas y preguntas que llegan al espectador de manera simple y sin muchos regodeos. Es también muy graciosa y encantadoramente bizarra. Pudo haber necesitado un poco más de restricción y de narrativa lineal para hacer la experiencia más coherente, pero aún así, la disfruté mucho.