Es una típica película de Kean Loach, es decir ahonda en las consecuencias sobre la vida humana de los conflictos políticos, en este caso el papel de los contratistas civiles que brindan servicios de seguridad en Iraq y otros países en guerra. La película no ahorra detalles para explicar lo inhumana que es la guerra, la enorme codicia que hay detrás de los proyectos de liberación de ciertos pueblos y la dificultad que tienen los soldados profesionales para llevar una vida sin violencia.